La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, destacó el incierto entorno internacional, pero aseguró que España se encuentra en una situación «positiva». En el coloquio también estuvo presente el presidente de Aragón, Javier Lambán.
Ante el incierto escenario internacional, marcado por un periodo de enfriamiento económico, por tensiones comerciales, por dudas sobre el crecimiento de China o de Estados Unidos, así como por focos de inquietud latente como los que se viven con el desenlace del ‘brexit’ o con la complicada situación de las economías latinoamericanas, la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, advirtió que hay que estar preparados y adoptar actuaciones responsables para tomar las decisiones adecuadas.
Y entre estas decisiones, Calviño, que participó en el hotel Palafox de Zaragoza, en los Desayunos HERALDO, señaló la urgencia de poner en marcha reformas estructurales que la ministra ha calificado de “imprescindibles”. Tres son estas reformas en las que el Gobierno está trabajando porque “estamos en funciones, pero funcionando”. Una de ellas es la de acompañar la transición ecológica para garantizar en el proceso de descarbonización la creación de empleo de calidad, pero también para asegurar una movilidad sostenible, una economía circular, el desarrollo de tecnologías para renovables o la transformación agroalimentaria. Una transición en la que “el sector financiero tiene que jugar un papel protagonista porque para este reto serán necesario 235.000 millones hasta 2030”.
Es urgente también poner en marcha la reforma del capital humano», insistió Calviño, que durante sus saludos a las autoridades cometió un lapsus al referirse a Pilar Alegría como alcaldesa de Zaragoza. Esta reforma pone el foco en la inversión en educación y formación, apostando por la FP e impulsando la formació profesional FP. Y una tercera reforma, en la que según la ministra ya está trabajando el Gobierno, es la que tiene que ver con la política de vivienda. Para ello, el Ministerio de Fomento, dijo, trabaja en la movilización de suelo público para ampliar la oferta del alquiler, que se suma a la construcción prevista de 20.000 viviendas para facilitar y abaratar el arriendo de inmuebles.
Junto con esta reformas, la ministra ha detalló además que el Gobierno trabaja para conseguir la estabilidad presupuestaria -el objetivo es reducir el déficit público hasta el 2%-, pero también para conseguir una estabilidad social, reduciendo las desigualdades y la precariedad que afecta especialmente a los jóvenes.